Ajusta la potencia: Reducir la potencia puede traducirse en una bajada de los precios de nuestra tarifa, y por tanto repercutir en nuestra factura de la luz. Si esta reducción no permite bajar la tarifa, se notará menos, pero también será beneficioso.
Cuida la iluminación: Tener una buena iluminación es importante pero no hay que abusar. No es necesario mantener iluminados todos los accesos o pasillos, se pueden instalar detectores de presencia o simplemente sólo utilizarlas cuando sea necesario.
Elimina el Stand by: Mucha gente no lo tiene presente, pero el stand by puede suponer un gasto equivalente a un mes de consumo. Eliminar por completo el stand by puede ser difícil según el tipo de aparatos eléctricos de una empresa, pero existen soluciones.
Estas pueden ser utilizar regletas con botón para apgagar, o colocar temporizadores en el aparatos más adecuados como los termos o climatizadores.
Si tenemos que utilizar la luz más de 7 u 8 horas al día, es muy conveniente el uso de leds para el ahorro de energía.
Plantéate un outsourcing de energía: En las empresas de cierto volumen o en las que sean importantes controlar el consumo energético, es recomendable contratar un servicio de outsourcing energético. Hay empresas especializadas que ofrecen este servicio a partir de analizar tu consumo y proponiendo las medidas adecuadas para un óptimo ahorro energético.
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